viernes, 4 de noviembre de 2011

El pozo infinito de los sueños

El pozo infinito de los sueños tiene muchos colores
Algunos lo llaman océano.



                                          2011
Verde y amarillo
Se lleva mi angustia
Verde y amarillo
Se me pierde el tiempo
Verde y amarillo
Que felicidad la muerte!
Verde y amarillo
Se desploman mis parpados
Y me vuelvo infinita
Verde
Que me deja ingrávida
Verde y amarillo…
La mar.





Ya el mar me abrió el pecho y se llevo su parte…



los sueños



De alguna manera las palabras se evaporan al nacer en mi cabeza
Y les veo salir en estampida irrumpiendo las corrientes del viento…
Entonces después de un largo transito sin ruta ni cartografía,
Les veo reposar sobre las aguas cristalinas como ecos de un recuerdo que ha nacido en alguna otra parte, entre alguna verde montaña, desde un río con melancolía de mar…
Después de otorgar a los pies el tacto del mundo la piel se disemina sobre la superficie de todas las cosas que le componen y el mismo sentido del mundo se modifica…
En medio del pecho esa sensación de querer ahogarme placenteramente en el baso de agua que bebo.
Como poder abrazarse de nuevo a esa sensación que me envolvió cuando por vez primera lance mis miedos al mar; con el pecho ahogado de sentimientos quedarme ingrávida sobre el azul que me consumía lentamente el pensamiento.
Como resucitar el calor en medio del frío, la consumación del éxtasis de estar sobrevolando el abismo, la visión de un hombre que se excreta de si para ser uno con las atlánticas corrientes y los vientos que vuelan hacia el sur… un cuerpo azul que se transformo en sal mientras se me resucitaban las ganas de estar viva.
Lloraba feliz de tener una certeza de mi muerte, sumergida en las lágrimas de todo el mundo reunidas en un solo espacio.- finalmente todas las lágrimas van al mar-.
Cardúmenes de peces azules me colorearon de pronto el infinito y me incluyeron en su danza silenciosa; el otro mundo bajo mis pies me perforaba la piel y la mirada.
Mis pensamientos se disolvieron entre los peces y las rocas y el rojo bajo el azul y el verde y el gris y todos esos colores de los cuales desconozco el nombre; junto a mi piel erizada, junto a mis pupilas alucinadas, todos ellos desaparecieron de repente… yo intente respirar profundo para no perder la calma. Me abrazaban las olas y a mi me entraba el sentimiento de querer ser uno de esos miles de peces azules y hundirme y ser azul y ser agua y sal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario